Desde el 15 de marzo y hasta el 22, estará ocurriendo una serie de sucesos celestiales que hacen de este tiempo algo realmente especial, que si se vive de manera consciente nos dará grandes frutos.

Con la Luna Nueva del 17 en Piscis tendremos una oportunidad magnífica de sanar una herida profunda de nuestro niño interior, una herida que ha venido afectando áreas de nuestra vida tales como amor propio, auto-estima, relaciones con los demás y que puede traernos sentimientos de no ser suficientes, de vergüenza o de inseguridad. Si vienen a ti recuerdos, nostalgias, tristezas, déjalas llegar, siéntate con ellas, vívelas y después déjalas ir. Ignorarlas no te hará ningún bien, pues cada vez volverán con más fuerza. Piscis nos hace sensibles, emocionales y muy intuitivos, así que claramente seremos guiados hacia esa sanación, si así lo permitimos. Será una gran oportunidad de amarnos más y de perdonarnos si es necesario, para empezar un nuevo ciclo, renovados.

El 20 será el Equinoccio de Primavera/Otoño, que trae una energía de balance y de unificación. Será tiempo de equilibrar luz y sombra, masculino y femenino y de recibir mucha luz que nos empodera y nos puede llevar a niveles superiores. El 21 será el paso a Aries, primer signo del zodíaco, signo del guerrero interior y del impulso y entusiasmo para iniciar los proyectos cercanos a nuestro corazón, en donde estarán 3 planetas Venus, Mercurio y Urano, lo cual nos empoderará y energizará para restaurar el orden dentro de nosotros y en el mundo.

El 22 Mercurio empezará su período retrógrado, dándonos una oportunidad de reflexionar sobre nuestras pasiones, nuestras metas y nuestro camino.

Así que será un tiempo muy importante para sentir, amar, perdonar, soltar, conectarnos con nuestro impulso y pasión, restaurar el orden dentro y fuera de nosotros y emprender un nuevo caminar. Fluye y déjate guiar. ¡Es tiempo de aprovechar esta oportunidad!